Este diseño nace de uno de los procesos esenciales en el diseño gráfico: el uso de una grilla básica o primaria. A partir de un simple cuadrado, nos movemos entre geometrías, creando formas flexibles que nos permiten dar vida a la identidad que imaginemos. Este enfoque, basado en la matemática y el orden natural de un patrón ortogonal, nos invita a visualizar ideas con precisión y creatividad.
Y aunque suene técnico, esta información se convierte en algo más que un proceso de diseño: se transforma en un recurso decorativo que podemos aplicar en nuestro día a día. Porque el diseño, al igual que los colores y las formas que nos rodean, cobra vida, especialmente cuando se acerca la primavera y el verano.
Este diseño nace de uno de los procesos esenciales en el diseño gráfico: el uso de una grilla básica o primaria. A partir de un simple cuadrado, nos movemos entre geometrías, creando formas flexibles que nos permiten dar vida a la identidad que imaginemos. Este enfoque, basado en la matemática y el orden natural de un patrón ortogonal, nos invita a visualizar ideas con precisión y creatividad.
Y aunque suene técnico, esta información se convierte en algo más que un proceso de diseño: se transforma en un recurso decorativo que podemos aplicar en nuestro día a día. Porque el diseño, al igual que los colores y las formas que nos rodean, cobra vida, especialmente cuando se acerca la primavera y el verano.
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